Hoy quiero compartir con vosotros una decoración que realizamos en junio, de la iglesia de Las Salinas junto a Cabo de Gata. La iglesia está recientemente restaurada y por lo tanto teníamos mucha ilusión en decorarla de manera especial. Es una iglesia con un interior acogedor y de reducido tamaño por lo que centramos la mayor parte de la decoración en la zona exterior.

Lo primero que escogió María, era el color violeta, que iba a ser el nexo de unión de toda la boda. Tras varias visitas en tienda, propuestas de diferentes ideas y diversas dudas, conseguimos llegar a una decoración donde predominara el color violeta. Sencilla pero con mucho encanto, con algunas flores silvestres pero con un ligero toque de elegancia, sencilla en el interior y más predominante en el exterior.

Desde el primer momento María y yo conectamos enseguida, rápidamente le capte la idea y fue fácil desarrollar el proyecto de la iglesia, en la decoración de la finca participó más activamente Luis, pero de eso hablaremos en otro post. María y Luis confiaron desde el principio en nosotros en la elección y combinación de las flores, como decía Luis, “vosotros sois los profesionales” y así lo hicimos.

 

Para acceder a la iglesia hay que subir unas escaleras en la que colocamos pequeños grupos de objetos como faroles, velas y pétalos.

    

En la entrada al templo colocamos varios grupos de decoración formados por jaulas, candelabros, jarrones con flores… todo con el efecto romántico que eligió la novia para su ceremonia.

Para los pétalos y el arroz, esta pareja nos trajo unos cucuruchos con un papel precioso con notas musicales y nosotros los rellenamos con pétalos de rosa y arroz en tonos plata y violeta. Para la exposición de los cucuruchos utilizamos una de nuestras maravillosas maletas de estilo vintage.

Rosas en color violeta envejecido, alstroemerias violetas, trachelium blanco, paniculata, limonio… una combinación preciosa para los tonos que escogieron María y Luis .

Por supuesto no podía faltar la preciosa alfombra en violeta que coordinaba todos los colores de esta ceremonia.

María estaba radiante, tranquila y sobretodo preciosa. Tardamos en elegir el ramo de novia menos de 30 minutos, ella lo tenía clarísimo tenía que llevar peonías blancas y algo en color violeta. Se decidió por un ramo de novia de peonías blancas, rosas lavanda y jacintos, de estilo romántico y forma casi esférica.

El interior de la iglesia se llenó de cubos con muchas flores, entre las flores que se escogieron estaban las hortensias blancas, delfinium, paniculata, rosas violetas, lisiantus malvas, alstroemerias…

Las hortensias blancas con la paniculata quedaron espectaculares y le daba elegancia a la decoración y resaltaban entre el resto de las flores.

Jugamos con varios tonos de violetas para crear un efecto de armonía con los demás complementos no florales de la decoración.

Para los bancos, se utilizaron pequeños ramilletes de paniculata y limonio atados con un lazo sencillo de organza en violeta.

A la salida de los novios, todos los invitados los esperaban con globos en plata, blanco y violeta, el efecto fue muy divertido y original, ¡¡me encantó!!

Y por fin la salida de los novios, arroz, pétalos de rosa, globos, y muchos deseos de felicidad para la pareja.

 

Próximamente os pondré todas las imágenes de la finca donde esta pareja celebró su boda.

Quiero agradecer a mi equipo el trabajo realizado, felicitar a mi amiga Ana Morales por sus preciosas fotos y por supuesto a María y a Luis mil gracias por confiar en Lales Martínez Diseño Floral en un día tan especial para ellos y sus invitados.

Solo espero que os guste tanto como a mí.